Con una inversión de 11.963.000 €, las placas solares fotovoltaicas colocadas sobre las cubiertas de los talleres de la empresa Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) evitarán la emisión de 3.500 toneladas de CO2 y ahorrarán un 10% en su factura eléctrica que asciende a 13 millones de euros anuales. Una nueva prueba de la apuesta de las administraciones por las instalaciones en sus edificios de sistemas productores de energías renovables.
Tras los huertos solares, principal destino de las inversiones en energía solar fotovoltaica, parece que llega el momento, coincidiendo con el descenso de primas del nuevo Real Decreto 1578/2008, de las instalaciones fotovoltaicas en cubiertas y tejados. Esta parte del negocio fotovoltaico hasta ahora parecía estar al margen en contraste con el espectacular crecimiento de los sistemas sobre suelo, donde los inversores habían fijado sus objetivos hasta la llegada de la nueva legislación.
Todo apunta a que desde esta nueva situación en el mercado, las cubiertas ganarán peso en la producción de energía eléctrica a partir de placas solares fotovoltaicas, en detrimento de las grandes extensiones en terreno rústico; y que las empresas con sus naves y los particulares con sus viviendas unifamiliares, deben convertirse en un espacio de tiempo no muy grande en una parte imprescindible de la producción de energía limpia.
Sobra decir que es esa nuestra apuesta, y que pensamos que el futuro de la energía solar fotovoltaica pasa por socializar la producción de ésta, e implicar al máximo de personas posibles en la sustitución de las energías que contaminan nuestro planeta, y por qué no, además, obteniendo una buena rentabilidad por ello.
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